Que el Señor conceda las peticiones de tu corazón
Hermanos, no caigamos en la desesperación, esperemos siempre en el Señor. El salmo 20 es un salmo de David pidiendo la victoria en tiempos de guerra.
Hermanos, no caigamos en la desesperación, esperemos siempre en el Señor. El salmo 20 es un salmo de David pidiendo la victoria en tiempos de guerra.
El amor de Dios siempre debe estar presente en nuestras vidas, teniendo este amor en nuestros corazones podremos ser mejores creyentes y fieles al llamado de Dios.
Jesús nos enseñó que no debemos de preocuparnos por lo que ha de acontecer, puesto que Él cuida de nosotros así como cuida de las aves del campo, las cuales, sin trabajar, Dios les provee alimento. De la misma manera, existe el tipo de personas que planea y planea y se olvida de la voluntad de Dios.
La Biblia siempre nos ha hablado de que debemos tener mucho cuidado en pecar deliberadamente, claro, tenemos luchas constantemente, por eso tenemos un abogado que es nuestro amado Jesús, Él es quien nos da sabiduría y esperanza.
A veces pensamos en cómo Jesús pudo vencer, cómo salió victorioso a pesar de todas las dificultades habidas y por haber. He escuchado a personas decir que para Jesús fue “fácil” porque Él es Dios, pero pensar así sería como quitarle propiedad y verdad a la muerte de Cristo, ya que Él no venció al mundo siendo todo espíritu, sino que lo hizo siendo hombre.
Ante cualquier adversidad debemos decir “El Señor es mi roca y mi refugio, de Él viene mi seguridad, Dios es quien me sostienen cada día”.
De gracia y paz son llenos todos aquellos que se preocupan por guardar los caminos del Señor, por eso son bienaventurados todos, por andar rectos delante del Señor, que aun cuando ven que su camino se está torciendo un poco, dan un llamado al Señor para que les ayude y tenga misericordia de ellos.
Leer las epístolas de Juan es como leer los consejos de un padre a un hijo. Y en estos libros de Juan vemos expresiones como “hijitos míos”. Lo cierto es, que Dios como nuestro Padre celestial siempre querrá lo mejor para nosotros y debemos estar pendientes de sus consejos para nosotros.
La misericordia de Dios en nuestras vidas es muy importante, pues día tras días permite que seamos restaurados, que Dios tenga cuidado de nosotros, nos protege y nos cubre con su infinita gracia. Glorifiquemos al Señor con todo lo que tenemos, nuestro Dios es bueno.
Es natural que como hijos de Dios y fieles creyentes nos encontremos cara a cara con la adversidad y en esos momentos simplemente no sepamos cómo lograr hallar al Señor. Incluso, hasta nos preguntamos : ¿Dios , dónde estás?